Podríamos valorar el golf como un deporte en el que el apoyo bipodal, los giros y la higiene postural correctas son las bases para un buen rendimiento. Pero muchas veces, cuando esto no se cumple, el deportista deriva en un genu varo, tibias varas, retropie varo y antepie supinado que conlleva una desalineación de toda la estructura desde el pie hasta la coxofemoral, provocando una excesiva tensión por sobresolicitación del psoas iliaco. Las contracturas, roturas fibrilares y en el peor de los casos las roturas musculares son muy frecuentes en los golfistas, y las recaídas son motivo de preocupación entre los servicios médicos y para los propios jugadores.
Las lesiones de cadera, en la ingle, en aductores, inflamaciones del psoas iliaco, las osteopatías de pubis, lesiones meniscales, tendinitis rotulianas y periostitis en la zona de inserción del tibial posterior son las patologías más comunes dentro del panorama deportivo del golf.
Cuando nos encontramos con algún dolor durante el gesto deportivo, debemos analizar el porqué, más si cabe si de ahí ha derivado una lesión. Muchos adultos y jóvenes se lesionan al estar bloqueados muscularmente, ya sea por una mala alimentación, por falta de sueño o por la posición de juego. Esta última es la que más prevalencia tiene en nuestras consultas.
En el Centro de Podología Nicolás Fortuño le enseñaremos la postura correcta según nuestros test posturales y nuestros sensores de alta captación Bioval 3D.